29 Abr ¿Conoces el origen de las tapas?
Las tapas y pinchos son parte importante dentro de la cultura gastronómica española. Y es que ¿a quién no le gusta acompañar a su bebida de una buena tapa? En Lugo el tapeo o ir de tapas es más que una costumbre y encima gratis. La persona que haya disfrutado de esta tradición a la hora de la comida o la cena sabrá de lo que hablamos. Pero, ¿conoces el origen de las tapas? Vamos con un poco de historia…
Según la Real Academia Española, tapa es «esa pequeña porción de algún alimento que sirve como acompañamiento de una bebida». Se pone en la mayoría de los bares o restaurantes para acompañar a la consumición sea alcohólica o no. En muchos sitios de España es bastante habitual salir a cenar o a comer los fines de semana a base de tapeo o picoteo. A lo largo del territorio español existen otras denominaciones de la tapa, de esta forma en el País Vasco se suele decir «poteo» al acto de ir de tapas y en Aragón y Navarra se denominan «Alifara».
El origen etimológico de la palabra tapa viene de la costumbre antigua de tapar las copas y vasos de vino en las tabernas y mesones con un trozo de pan o con una rebanada de jamón para impedir que entrasen moscas y mosquitos, o que se depositase polvo en el interior.
La tapa, tal y como se entiende hoy en día, nace en una época moderna después del periodo de escasez provocado durante la Guerra Civil española y fue evolucionando desde una forma de aperitivo más básico hasta una opción más elaborada. Es muy posible que la tapa naciese con la aparición de los bares que las empezaron a servir como cortesía a los clientes y que con su punto de sal incitasen al consumo.
Otra versión del origen del término tapa relata que fue con motivo de una visita del rey Alfonso XIII a la provincia de Cádiz. Se detuvo con su séquito para tomar un vino de jerez en un mesón de la zona donde de repente se levantó una levantera (viento de levante). Lo que se le ocurrió al mesonero para evitar que entrara algún polvo o arena de la playa en el vaso fue poner encima una rebanada de jamón para tapar. Parece ser que el recurso fue del agrado del rey quien comió la tapa y pidió otra similar. Una anécdota de certeza dudosa pero curiosa.
Mezclar el concepto de comer con el de socializar hace que el ir de tapas sea uno de los mejores planes, como por ejemplo para este fin de semana. Esperamos verte por alguno de nuestros cuatro locales en Lugo y Santiago. ¡A tapear y disfrutar se ha dicho!
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